A sus 25 años, y sin ser fotógrafo profesional, Lior Berman Fernández recibió una distinción que lo llena de orgullo y alegría. La reconocida revista National Geographic España publicó este mes una de sus fotografías en versión impresa.
Aquella publicación fue una motivación para este joven de Cañas, cantón Guanacaste, precisamente donde inició con esa pasión de combinar la fotografía con la naturaleza.
Su casa se convirtió en el escenario ideal, pues está rodeada de la flora y fauna del bosque seco, tanto es así que todos los días los venados prácticamente vienen a comer al corredor, solo por dar un ejemplo.
Pero parte de la historia también comenzó en un viaje que realizó a Japón, donde compró su primera cámara. Esto le permitió captar las primeras imágenes de flores, plantas y pequeños animales, como mariposas e insectos.
“Soy muy autodidacta y comencé viendo tutoriales en Facebook de cómo tomar fotografías y cómo utilizar bien el equipo. “Así empezó esta aventura”, recordó este ingeniero en diseño industrial, egresado del Tecnológico de Costa Rica.
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Podríamos decir que este fue el primer capítulo para Lior y todo lo que aprendería, no sólo sobre el arte de la fotografía, sino sobre la riqueza biológica de nuestro país y del mundo entero.
Una vez que sintió que conocía lo básico y un poco más, comenzó a practicar mucho con paisajes, personas y retratos callejeros. Aprovechaba cualquier actividad para salir a la calle y poner a prueba sus habilidades detrás del objetivo.
Hasta que llegó el momento de dar un paso muy importante en este viaje: aventurarse en la fotografía para retratar el mundo salvaje. ¡Ese era otro nivel y él lo sabía!
“Comencé con la fotografía de naturaleza cuando ahorré para comprar mi primer objetivo largo para tomar fotografías de aves. He de confesar que los primeros fueron terribles. Vi a mis fotógrafos favoritos en Internet y me reté a intentar tomar muy buenas fotos como ellos y comencé a practicar hasta mejorar”, dijo Bernan.
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Dedicó año y medio en exclusiva a su afición de captar las bellas aves de nuestro país antes de dar un paso más: adentrarse en la fotografía de herpetofauna, es decir, cualquier tipo de anfibio o reptil.
“Una vez hice un recorrido fotográfico nocturno y vi la primera bocaracá de mi vida. Eso me marcó demasiado”. Y por cierto, la fotografía publicada por National Geographic era de un bocaracá amarillo, como si los editores de esa prestigiosa revista supieran que esa serpiente envenenó a Lior por pasión.
Esa pasión se hizo realidad cuando el joven participó en un programa de voluntariado en la Amazonia.
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“Allí conocí a un buen amigo que es biólogo y él me introdujo en el mundo más profesional de la fotografía de vida silvestre. Me involucré más con reptiles y anfibios. Tanto es así que un día, a la una de la madrugada, nos avisaron del avistamiento de una bocaracá blanca en Gandoca de Limón. Fui con mi amigo y a las cinco de la mañana estábamos allí”, dijo.
En cuanto a su foto premiada, la revista la tomó del perfil de Instagram del joven fotógrafo, donde sube todas las imágenes con el hashtag #tufotoNatGeo. La fotografía fue parte de un proyecto para documentar las diferentes coloraciones que tiene la bocaracá en territorio tico.
“Con esa imagen lo que quería era retratar la bocaracá con la mayor belleza que pudiera y con las heliconias que estaban detrás de mí logré plasmarlo. Fue una alegría inmensa que la fotografía seleccionada fuera de una bocaracá porque es mi serpiente favorita”, dijo.
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Por eso, para Lior esa publicación es como tener un trofeo en el salón de su casa. También supone un aliciente extra para seguir con su más reciente adicción: la fotografía submarina, el buceo, para el que lleva unos cuantos comprando el equipo necesario.
Bahamas, Panamá y Colombia son sólo tres de los muchos destinos en los que ya ha demostrado su habilidad con este tipo de fotografía.
Y su trabajo es de tal calidad que colabora con la organización sin ánimo de lucro ExSitu, que se dedica a producir fotografías con fondos blancos de todo tipo de animales a las que pueden acceder de forma gratuita personas y organizaciones dedicadas a la conservación de la naturaleza.
“Siempre he trabajado duro para consolidarme como un fotógrafo con estilo propio. Me siento muy orgulloso de eso, de que la gente ya empieza a identificar mi trabajo, como un sello propio”, comentó.
Sin duda un gran talento costarricense que ha sabido explotar las grandes bellezas que existen en Tiquicia.

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