Cada era abre nuevas perspectivas para las actividades profesionales y empresariales.

Pablo y Andrei Gordienko reforestaron una finca en el sur de Turrubares, en el oeste de la provincia de San José, con la intención de reforestarla. Con el tiempo ampliaron la producción agrícola y crearon un hotel de montaña, Albergue de guacamayosenfocada en el medio ambiente y el bienestar de las personas.

“Llegamos a la zona por casualidad”, dice Pablo. “Comenzamos a reforestar y exportar teca. Entonces Andrei propuso hacer otra cosa.

Ambos son agrónomos. Andrei se graduó de la Universidad de Sao Paulo, Brasil, y Pablo de la Universidad de Louisiana, en los Estados Unidos, y luego obtuvo una maestría en negocios de la Universidad de Santa Clara, California. Trabajaban en empresas relacionadas con la agricultura y la conservación. A finales de los 80 decidieron dar un paso más.

Compraron una finca en Turrubares, región que se dedicaba a la ganadería. La tierra estaba degradada. Era un pasto. Lo reforestaron, aprovechando los programas y financiamientos existentes en ese momento para este fin, apoyándose en la Ley Forestal (Nº 7575).

Después de casi dos décadas de reforestación y exportación, surgió una preocupación: no quedaba madera localmente. Ellos pensaron en un nuevo proyecto. El contexto global y local también aportó lo suyo.

Entre 2008 y 2009 se produjo la crisis que afectó a la economía local por la quiebra de bancos en Estados Unidos dos años antes. Luego de esa crisis, el turismo internacional retomó su expansión y Costa Rica fue uno de los destinos boutique que recibió cada vez más flujos de visitantes interesados ​​en la naturaleza. Era el escenario ideal para una idea que Pablo y Andrei habían ido madurando.

El proyecto que se plantearon los hermanos Gordienko fue construir un hotel de montaña al estilo presentar. Lo diseñaron siguiendo el criterio ecológico con especial cuidado en tres zonas.

La primera: construirlo con madera de la plantación y otras fuentes. Incorporaron postes telefónicos que compraban a las empresas eléctricas, ya que los estaban cambiando por postes de concreto debido a los daños que causaban los pájaros carpinteros a los postes.

También utilizan bambú e incluyen madera recuperada de la ribera del río Tárcoles que quedó tras el temporal de Jonás en 2011. El suelo del restaurante y los paños son de piedra procedente de afloramientos calizos de la zona. No se quedaron allí.

El segundo: El hotel fue diseñado para funcionar con energía solar, tanto para generar la electricidad del hotel como para los calentadores de agua, uno de los aparatos que más energía consumen en casas y hospedajes.

Tercero: el suministro de agua de manantiales en la misma finca y utilizando diferentes filtros, incluyendo en las etapas finales la aplicación de fibra de carbono y luz ultravioleta, para eliminar los sedimentos y dar mayor seguridad y calidad al agua.

“Eso nos convierte en un verdadero presentar“, el Insiste. Macaw abrió hace exactamente diez años, en marzo de 2013.

Andrei y Pablo tenían otra motivación. La región, a pesar de estar cerca de Jacó (a 45 minutos) y detrás del Parque Nacional Carara, no era un destino y no formaba parte de la ruta del turismo local o extranjero. Además, las fuentes de empleo son escasas.

Turrubares es actualmente el cantón 80 en el índice de competitividad nacionaljusto por encima de Los Chiles y Talamanca, y presenta puntajes extremadamente bajos en la mayoría de las dimensiones medidas y evaluadas por este ranking.

Con todo eso, había una oportunidad. La ubicación de la zona podría atraer un turismo “experiencial” y vivencial, conformado por viajeros y visitantes que quieren salir de lo común, evitar lugares concurridos y buscar salud y bienestar, tendencia que tomó fuerza a partir de 2020.

Hace una década la tendencia más fuerte era orgánica. Entonces tomaron fuerza turismo de salud y bienestar.

En 2018, la Organización Mundial del Turismo destacó que este tipo de turismo ha crecido “exponencialmente en los últimos años” y cada vez era más importante en muchos destinos. Las nuevas corrientes iban llegando y encajaban a la perfección. “Todo el desarrollo fue gradual”, dice Pablo.

Se sumaron otras iniciativas. La finca de un total de 365 hectáreas tiene espacio.

por ejemplo, un jardín Botánico de cinco hectáreas, en las que hay 20 lagunas, y 107 hectáreas de bosque secundario ya maduro (con senderos), donde también hay una cascada y una rica fauna de reptiles y anfibios, donde355 especies de aves producto de que la región del Pacífico Central cuenta con más de la mitad de los tipos del país.

desarrollado una área de producción de alimentos orgánicos (arroz, frijoles, verduras) y frutas, así como una plantación agroforestal de cacao. ¿Con qué objetivos?

En el primer caso, abastecer al restaurante de forma autosuficiente, característica de un “verdadero albergue”, dice Pablo. Entre los frutos, de gran variedad, se encuentran el panapén y la jaca, también conocida como yacauna alternativa a la carne muy apreciada por vegetarianos y veganos, que constituyen una parte importante de la clientela del presentar por su enfoque del bienestar.

En el caso del cacao, cuya siembra se inició en 2017, se utiliza de forma fábrica de chocolate artesanal que se comercializa bajo la marca guacamayo kakau en mercados tan sofisticados como Nueva York (Estados Unidos), Inglaterra y Suiza, país muy conocido por sus chocolates. También se vende en zonas turísticas del Pacífico Central y en Guanacaste, así como en cafeterías de San José.

La Promotora de Comercio Exterior (Procomer) destacó, en septiembre de 2022, que Macaw Kakau trabaja con “un concepto único”: produce su propio cacao (y otros ingredientes como café y jengibre) y lo hacen en una finca que convirtieron en a Corredor biológico con especies en peligro de extinción.

Se está trabajando con otras organizaciones y empresas para crear rutas de conectividad, a través de sistemas agroforestales, entre parques, reservas forestales y otras áreas de conservación, como es el caso de caraca y el Parque Nacional La Cangreja.

La región también alberga el cerro Turrubares (“uno de los más hermosos de Costa Rica”, dice Pablo) y el Refugio de Vida Silvestre Castro Cervantesdonde uno de sus atractivos son los llamados árboles de mayo, cuya flor amarilla se abre precisamente en ese mes, generando un impactante espectáculo natural.

Tanto las actividades realizadas como la belleza natural de la zona nos permiten ofrecer una experiencia única y maximizada a los visitantes. Por ejemplo, junto con observación de aves o también se realiza avistamiento de aves tour para observar anfibios.

Para el mercado al que van dirigidos, también se realizan talleres de yogapara lo cual se construyó una plataforma.

Además de las actividades agropecuarias, que se complementan con recorridos para que los huéspedes puedan conocerlos directamente, se sumará la cafetales y albergue para turismo voluntariodonde la gente paga para tener la experiencia de trabajar en una finca y hacer otras tareas.

Pablo indica que ya estudiaron este nicho y que están gestionando el financiamiento. También se está proyectando la organización de eventos los fines de semana y festivos de mitad de año, que es cuando el turismo local se mueve localmente, además de Semana Santa.

La Cámara Costarricense de Hoteles proyecta una ocupación para esta Semana Santa del 84% en todo el país, con expectativas de superar la de 2022.

Para la temporada baja de turismo internacional, que coincide con la temporada de lluvias en el país, Macaw Lodge también planifica paquetes y actividades que combinan música, yoga y talleres con chefs y platos a base de productos de la finca.

Las actividades que el presentar Se encuentran entre los de mayor demanda entre los visitantes internacionales. De acuerdo con él Instituto Costarricense de Turismo caminar por senderos y observar flora y fauna son la segunda y tercera actividades más realizadas por alrededor del 40%, después de visitar playas.

La observación de aves con equipos especiales captó el 12% y el bienestar (algas, sales, spa volcánico, masaje terapéutico) el 10% entre 2017 y 2019.

Con la pandemia aumentó la demanda de turismo de bienestar y salud. euromonitor destaca que es una de las principales tendencias del mercado: “Los consumidores se enfocan en el crecimiento y el bienestar personal, haciendo cambios drásticos en la vida que reflejen sus valores, pasiones y propósitos”, dice un informe de esa firma.

Él presentar, que cuenta con 15 habitaciones para 34 personas y es atendido por unas 25 personas, la mayoría de la zona, logró reactivarse en 2022 tras el parón provocado por la pandemia. Para este 2023, con las estrategias de marketing dice Pablo, la ocupación aumentó.

No es la única tendencia que tienen en cuenta. Entre otras iniciativas, también se capacita a los colaboradores para que se desenvuelvan en diferentes actividades. Por ejemplo, uno de los colaboradores empezó como cocinero y ahora es chef. Y otra empezó como empleada doméstica, pero ahora es maestra chocolatera en la fábrica.

Luego de más de tres décadas de haber llegado a la zona con el propósito de reforestar y exportar madera, se mantiene la visión original, aunque ahora por otro camino.

“La madera no se exporta ahora. Sólo se utiliza para construcciones propias, como el presentar y cómo sería con el albergue para el turismo de voluntariado”, dice Pablo.

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By Nacion

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